Pateada curiosa nada más bajar del autocarro. Vimos playa, enanos de jardín, restaurante de drácula, la figura de un señor escritor muy famoso por allá (cuyo nombre no consigo recordar) y muchas tiendas molonas, aunque la mitad estaban cerradas por Easter, lo cual fue estupendo para mi bolsillo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario